Combinar la renovación completa de una villa catalogada con la construcción de un entorno de oficina contemporáneo es una cosa. El otro es construir identidad e identificación para una empresa joven y prometedora. Este último se refiere a la reconocibilidad y singularidad del entorno espacial.
El desarrollo de un lenguaje espacial que transporte la empresa y sus valores y los haga comprensibles. La estructura del edificio existente sirve como plataforma y límite. Una y otra vez el interiorismo busca la confrontación con el edificio existente. La dualidad de la estructura del edificio protegido y las líneas nuevas y claras se pueden sentir en todas partes.

Mientras los materiales antiguos y la fachada renovada hacen tangible la confianza y el glamour de antaño, el concepto cromático y gráfico contrasta este idilio con el foco en hacer tangible la empresa y su contenido. Esta identidad está respaldada por el diseño de iluminación orientado a la percepción, que recorre todo el edificio principalmente en diálogo con el color y la tipografía de las áreas de las paredes. Las habitaciones cambian dinámica e indirectamente con la luz, según el estado de ánimo o los requisitos funcionales.
En definitiva, surgió algo más que un nuevo entorno de trabajo, sino un lugar con identidad que fomenta el trabajo y la comunicación.